Los autores evaluaron las poblaciones de peces herbívoros en 14 arrecifes alrededor de Nueva Caledonia y descubrieron que la baja presión pesquera actual no afecta a la población de comedores de macroalgas. Por lo tanto, concluyen que regular la pesquería tendría un alto costo social y un impacto mínimo en la mitigación de los impactos del cambio climático.
Sin embargo, sí señalan que la industria minera es un importante factor de estrés crónico y debería ser regulada, en lugar de regular la pesca. Encontraron una gran variación regional en el desarrollo de macroalgas en los corales después de las perturbaciones, desde el 11 % de los estudios de casos en el Pacífico hasta el 50 % en el Océano Índico y el 67 % en el Caribe, y concluyen que la regulación de las poblaciones de peces que se alimentan de macroalgas (a través de AMP o regulaciones pesqueras) tiene impactos muy variables en todo el mundo.
Escrito por: Carassou, L., M. Leopold, N. Guillemot, L. Wantiez y M. Kulbicki
Año: 2013
Ver artículo completo
PLoS ONE 8(4): e60564. doi:10.1371/journal.pone.0060564

